Surrealismo y primeros cuadernos

El domingo 15 de febrero estuvimos con mi esposo presentando algunos de nuestros cuadernos en una feria de diseño: Feria de a Cachitos. La verdad es que no sé si fue el efecto de tantas horas sin dormir o la locura que reinaba en los días anteriores, pero yo sentía que todo era un poco surrealista. Estuve muy cómoda, muy contenta  y… (disculpen, no encuentro otra palabra que describa exactamente ese “estado” que hace muuuucho no experimentaba) me sentí realizada.

Básicamente lo que pasó fue que algunos días antes se me ocurrió ver uno de los videos de Laura Ribas y ella -fiel a su forma de enseñar motivando siempre a pasar de la teoría a la acción- planteaba un desafío muy concreto: "Por fin hacer eso que estás postergando hace tanto tiempo'' Así que yo, sin siquiera pensarlo empecé a tipear un mensaje y apreté “ENVIAR”. Finalmente las horas volaron y el gran momento llegó:

Empecé a armar el stand sola -mientras mi esposo intentaba encontrar estacionamiento, pobrecito: domingo por la tarde en medio de un feriado largo y en plena costa madrynense... ¡misión imposible!- y así, de repente, me sentí con las mismas emociones que vivía cuando decoraba fiestas y organizábamos algún evento, armando mesas, carteles y mil cosas más en casamientos, cumples y de todo. Recordé las emociones y el estrés de que todo estuviera listo y esperar para saber qué pensaban los demás y me sentí feliz de ver todo lo que había recorrido y cuántas cosas se habían sumado en el tiempo para traerme a donde estaba y hacerme quien soy...
 

Detalle de las tarjetas personales que acompañaban cada producto.

A pesar de que teníamos muy pocos días para preparar todo y una montaña de cosas aún sin definir ¡el resultado excedió totalmente mis expectativas ♥!  Toda la experiencia fue genial y en especial las personas que pasaron: fueron hermosas, con sus sonrisas, preguntas, comentarios y felicitaciones.

Tarjetitas que entregamos a los visitantes.

 
Gris ♥

La verdad es que nuestro estand fue un extraño punto neutro “entre tanto multicolor”… Sí, señoras y señores, esta feria se realizó en medio de toda la movida carnavalesca de febrero que yo había olvidado totalmente (menos mal, porque si no seguro hubiera sido la excusa perfecta para claudicar) Así que nuestros cuadernos de gamas neutras con bases de gris y papeles calados parecían un poco desubicados, pero creo que el contraste trabajó a nuestro favor porque eso también formó parte de los lindos piropos que cosechamos.

Elegí un simple gris como base para nuestra primera línea porque mi intención era dar una "primera impresión" con un producto que nos representara: con el foco puesto en nuestras técnicas prolijas y llenas de detalles, combinadas con la belleza de un producto pensado para compartirse.

Amo el gris porque es un color que ayuda a resaltar a los demás, que añade sencillez y algo de elegancia. Nuestros cuadernos necesitaban mostrar sus materiales y el trabajo que los formó desde su encuadernado, sus papeles calados a mano, en cada hilo, cinta, en sus interiores y su packaging... ¡Y creo que lo logramos!

 

Encuentro inesperado

La tarde avanzaba y de repente veo a alguien acercarse sonriendo y yo, desmemoriada como soy, lo primero que pensé fue: “¿Me conoce?¿De dónde? ¿De la secundaria? ¿Será que…?”  Pero de repente ella mira mis cuadernitos y me dice algo así como que venía a verme a mí, que me conoce y entonces descubro ¡¡que se trataba de una persona súper preciosa de esas que te regala el mundo virtual y que ahora estaba frente a mí!! Se trataba de Noelia, emprendedora y futura vecina, creadora de Doña Juana. Pudimos intercambiar tarjetas y lindas palabras en una charla de esas que me encantan porque giran alrededor de "emprender" y todas sus vueltas. (Mil perdones, Noe si me escuchaste decir muchas pavadas, me pongo nerviosa y palabreo a veces sin pensar, además estaba muy emocionada y me hubiera encantado abrazarte si no fuera que dar la vuelta al stand era bastante complejo, pero supongo que fue mejor así …sino hubiera llorado seguro) Así que, como si no hubiera sido suficiente vivir tantas alegrías, además recibí ese regalo de encontrarme con alguien tan dulce y generosa ¡gracias por tus palabras hermosas, me hiciste poner colorada!

Cierre y a pensar en frío

La noche cerró con una charla genial con las encargadas de la feria que me "chusmearon" acerca de los comentarios que les habían hecho quienes visitaron nuestro stand y esa fue la cereza del postre, lograr cumplir el objetivo que me había llevado a estar ahí: dejar una marca, no pasar desapercibidos y mostrar nuestro enfoque en los detalles, el desarrollo de técnicas bonitas y terminaciones pulidas.

Ahora con la cabeza más fría y con las emociones más controladas, mi cerebro empieza a registrar la dimensión real de lo que hice, lo que falta y lo que debo hacer. Pero reconozco que TODO es diferente: vencí mil gigantes mientras armaba ese stand, porque no recuerdo haberlos visto intervenir desde entonces y el futuro ahora resulta un lugar más habitable y simpático para hacer germinar mis sueños… 

Soy consciente de que falta mucho todavía y lo que busco no llegará fácil, ni solo. Sé que me va a costar más horas de sueño de las que me gustaría, más horas de locura de las que pueda agendar, pero ya decidí ir por todo y disfrutarlo con mi familia, porque…

Si no es una alegría compartida nunca valdría la pena ¿no?